24/11/07

Las Mujeres Estrella Y El Catálogo De Draper


Henry Draper fue un médico aficionado a la astronomía. Tuvo el desatino de morir a los 45 años de pulmonía cuando, habiendo dejado su profesión, se disponía a realizar su sueño: clasificar las estrellas en un catálogo. Su viuda donó sus instrumentos de astronomía y una suma importante de dinero al Observatorio de Harvard, con la intención de llevar a cabo el proyecto de su marido. Edgard Pickering, en ese entonces director del Observatorio, aceptó el reto.
El catálogo de Henry Draper es una lista de las posiciones, magnitudes y espectros de estrellas de la totalidad del cielo. Con él se inició el sistema alfabético actual de clasificación espectral de las estrellas.
Su versión preliminar, publicada 1890, contenía 10.000 estrellas. Las secciones posteriores, publicadas de 1918 a 1924, incluyeron más de 220 mil estrellas. Las extensiones posteriores han elevado el número de estrellas incluidas a 400.000. Para estrellas entre la magnitud 7 y 10 aún continua siendo el más completo catalogo existente en cuanto a información espectral.
El método disponible en esa época consistía en fotografiar los espectros que se obtenían después de encajar un prisma a las lentes del telescopio, y analizarlos visualmente. Semejante tarea requería de una mano de obra importante. Con un presupuesto limitado era imposible contratar a todo el personal que se requería para tamaña empresa. Pickering ofreció el trabajo a mujeres, quienes aceptaban hacerlo por unos pocos dólares a la semana. Las mujeres que hicieron el catálogo eran llamadas las “computadoras” y hasta se usó la medida “hora-mujer” para cuantificar el costo del laborioso trabajo. Algunas tareas llevaban varios “kilo-horas-mujer”.
Podemos imaginar que este tedioso trabajo interesaba a las mujeres por la necesidad del dinero que recibían, aunque fuese menos de lo que pagaban a los hombres. Sin embargo algunas de estas mujeres tuvieron un genuino interés por la astronomía y terminaron dedicando sus vidas a esta disciplina. Algunas de ellas hicieron importantes descubrimientos y aportes que a la comunidad científica no le quedó más remedio que reconocer. Son conocidas: Henriet Leavitt, Annie Jump Cannon, Antonia Maury y Williamina Paton. Esta última trabajaba como doméstica en la casa de Pickering y con su ayuda culminó los estudios de astronomía.
Sólo con la paciencia y la dedicación de estas mujeres-estrella fue posible llevar a cabo la colosal empresa de clasificar las estrellas del firmamento.

No hay comentarios: