20/11/07

Reactores Naturales


En 1972 un grupo de físicos franceses comunicó la gran sorpresa: la naturaleza se había adelantado a los humanos en la creación de un reactor nuclear por unos 2000 años.
La sospecha andaba en el aire desde la creación del primer reactor nuclear. El físico japonés Kuroda llegó incluso a enumerar detalladamente los requerimientos para que un reactor nuclear existiera en el planeta. La afanosa búsqueda finalizó en las minas de uranio de Oklo, en Africa. En las muestras de mineral de esta mina se hallaron sustancias enteramente similares a los restos de combustibles producidos por los reactores modernos, lo que indica que un proceso similar tuvo lugar.
Haciendo cálculos a partir de la edad de la mina de uranio, los científicos concluyeron que hace 2000 años la concentración de uranio 235, que hoy es menor del uno por ciento, era el 3% del uranio total, lo que es suficiente para desencadenar un proceso de fisión nuclear, que es el proceso en que átomos de uranio se dividen, liberando energía en forma de calor y neutrones, que a su vez dividen otros átomos de uranio, dando lugar a una reacción en cadena. Se requirieron adicionalmente algunas otras condiciones como la presencia de agua. Pero, ¿será el caso de los reactores fósiles de Oklo único en la naturaleza?
Probablemente no. Además de otros depósitos de minerales de uranio de aproximadamente la misma edad de los de Oklo que aún se investigan en Canadá, Australia y otros lugares, ha habido interesantes hallazgos que dan indicios de existencia de otros reactores naturales. Tal es el caso de las trazas de Helio 3 y Helio 4 que los geólogos han encontrado en la lava volcánica y en el basalto que vienen del interior de la tierra. Mientras que el Helio 4 es esperable, dado que es un producto de la descomposición radiactiva natural del Uranio y el Torio, no se conoce ningún mecanismo natural para una producción significativa de Helio 3 en las profundidades terrestres.
Desde los años noventa el geofísico Marvin Herndon ha presentado evidencias convincentes de que en el centro de la tierra existe una esfera de uranio de unos 8000 metros de diámetro que actúa como un reactor nuclear. El helio hallado sería un sub-producto de la reacción nuclear en este georeactor. Más aún. El geólogo Rendón sugiere que planetas del sistema solar como Júpiter y Saturno, cumplen las condiciones para ser otros reactores nucleares de escala planetaria.

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