24/11/07

Soluciones Naturales


¿Qué podemos aprender de una abeja, un delfín o un murciélago?
La naturaleza puede ser una poderosa guía para resolver problemas de diseño e ingeniería. Como se enseña en fisiología comparada, cada animal debe resolver un problema particular para sobrevivir; de manera que cada animal es un diseño de solución para un problema determinado. La copia consciente de mecanismos de organismos naturales trata a la naturaleza como una base de datos de soluciones que funcionan.
La naturaleza atesora soluciones tecnológicas producto de millones de años de experimentos evolutivos. Si tuviéramos la fortuna de encontrar en ella algo cercano a lo que buscamos para la solución de un determinado problema, es muy poco probable que podamos hacerlo mejor; la presión evolutiva fuerza los sistemas naturales a hacerse altamente optimizados y eficientes.
Este es el principio guía de la biomimética o biónica, que busca aplicar los métodos y sistemas hallados en la naturaleza al estudio y diseño de soluciones tecnológicas. Los investigadores de esta área piensan que los sistemas biológicos pueden inspirar soluciones eficientes, prácticas y sostenibles de problemas tecnológicos, y que tienen por lo tanto el potencial de incrementar enormemente las nuevas tecnologías, los nuevos materiales y los procesos.
Ejemplos clásicos en biónica son el desarrollo de la pintura repelente del sucio y el agua, basado en la propiedad de la superficie de la flor de loto de repeler prácticamente cualquier sustancia que se le adhiera; el hule para botes, que imita la gruesa piel del delfín; el sonar, el radar y la ecosonografía de ultrasonido, que imitan la ecolocalización de los murciélagos; las neuronas artificiales y las redes neurales artificiales usadas en computación.
En la actualidad existen numerosas realizaciones y proyectos de investigación biomimética en áreas tales como la de biosensores, el diseño de materiales, los artefactos de locomoción y la organización de sistemas. Se desarrollan: una retina auditiva basada en el oído de los peces; técnicas de optimización de almacenamiento de información en sistemas informáticos basadas en las estrategias de almacenamiento de las abejas; o el uso de los principios de control neuromecánico de los animales para el diseño de prótesis y robots, entre muchas otras.
A pesar de los avances, queda todavía mucho por aprender de la naturaleza. Juliant Vincent, profesor de biomimética de la Universidad de Bath, Inglaterra, estima que en la actualidad apenas un diez por ciento de los mecanismos utilizados por la tecnología provienen de la biología.

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